Neymar no jugará en principìo este domingo en el primer partido de la Ligue 1 del PSG. El campeón francés recibe al Nîmes en el Parque de los Príncipes pero el jugador no se expondrá ante su afición esta primera jornada con la incertidumbre que rodea su futuro. Nada se descarta desde París, pero ante la situación del jugador, que no está muy por la labor de aparecer de momento, y la del propio club, es posible que su estreno se aplace hasta la siguiente jornada lejos del feudo parisino, contra el Rennes el 18 de agosto.

Además, el jugador no tiene prisa ni quiere arriesgar puesto que sale de una delicada lesión en un tobillo. También, desde que saltó el nuevo caso Neymar hay muchas dudas sobre el recibimiento que podría tener el brasileño ante su hinchada, consciente de que la voluntad del jugador es abandonar París. Entre la afición, además, no han gustado algunos mensajes que llegaron desde las redes sociales del propio jugador este verano en pleno conflicto con el club, como aquel ataque de sinceridad admitiendo que su mejor recuerdo en un vestuario fue el 6-1 en el Camp Nou del Barcelona al PSG.

Es una incógnita dónde jugará Neymar, pero no hay duda de que necesitará tiempo para coger su mejor forma. Entre sanciones, los tres partidos que le cayeron en Francia por la famosa agresión a un aficionado en la final de Copa ante el Rennes -su baja en la final de la Supercopa el pasado 3 de agosto en China de nuevo ante el Rennes fue su tercer partido de castigo- y su nueva lesión en con Brasil antes de la Copa América le han dejado sin jugar un buen tiempo.

Esta última temporada volvió a recaer en el mes de enero de su lesión en el pie, reapareció en abril con el PSG pero volvió a caer ya con su selección. Y eso sin olvidar el calvario de la campaña anterior en la que tuvo que pasar por el quirófano. Además, juegue donde juegue el año que viene debe cumplir otros tres partidos de sanción en Champions por sus críticas al arbitraje en el partido de vuelta de la Champions en París ante el United y que supuso la eliminación del PSG